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| Delacroix - "Autorretrato" |
Pasear por Madrid, tranquilamente, mientras el resto del mundo va a carreras a todas partes. Corriendo por el metro, corriendo por el tren, corriendo por el bús, corriendo con el coche, corriendo sin más...
A veces se me olvida lo que me ofrece esta ciudad, pero hay otras que me lo recuerda.
Y no hay mejor sensación que entrar en una sala, y ver ese cuadro que nunca habías visto, o puede que si, pero que nunca te había llamado la atención. Y entonces quieta, mientras el resto de la gente corre por la sala, te quedas cinco, diez, quince minutos hasta que ya te sabes todas las pinceladas que el artista usó para representar su realidad, su visión del mundo que le rodea. Y ahí te imaginas la vida el cuadro, porqué le pintó, dónde estuvo colgado, dónde estuvo escondido... y te imaginas la vida de esa persona retratada, del retratista, de su relación... y cierras los ojos y te transportas a ese momento, en el que artista y modelo comparten un instante íntimo...
Aquel día me enamoré, me enamoré de un cuadro, del personaje de ese cuadro, del artista que le pintó.
Y de vez en cuando, en sueños, yo también estoy en ese instante íntimo, compartiendo la complicidad de ambos como si fuera mía...
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| Delacroix - "León Riesener" |
